viernes, 7 de agosto de 2020

No al Pin Parental

 

MANIFIESTO

 

Ciudad de México  a 07 de agosto  de 2020

 

ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR

PRESIDENTE CONSTITUCIONAL DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

OLGA SÁNCHEZ CORDERO

SECRETARIA DE GOBERNACIÓN

H. CONGRESO DE LA UNIÓN

AL PÚBLICO EN GENERAL

 

Ante los reiterados ataques a la Educación laica de nuestro país por grupos conservadores y de ultraderecha que pretenden violentar los derechos de niños y niñas a la Educación sexual y reproductiva; la cual como lo señala el artículo 3° constitucional deberá ser   integral  además de promover estilos de vida saludables.

El Colectivo Ateos de México  solicita al  Estado Mexicano recuperar la rectoría de la educación, para que  además de obligatoria, esta continúe siendo  universal, inclusiva, pública, gratuita y laica como lo señala el art. 3° de la Constitución Política Mexicana.

Todos los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a recibir educación basada en los avances de la ciencia y la tecnología sin intervención de grupos ajenos ya sean políticos o religiosos.

La educación de los hijos e hijas no es un "derecho" de los padres. Es un derecho de los niños, niñas y adolescentes. Son ellos quienes reciben la educación y ellos quienes tienen que ser tutelados.

¡NO AL PIN PARENTAL!


“Razón y Ciencia para Transformar al mundo”

“Tu libertad religiosa termina, donde inicia mi libertad de conciencia”

 

viernes, 10 de julio de 2015



LIBERTAD DE CONCIENCIA EN LOS MENORES DE EDAD

(Ponencia presentada en el Segundo Congreso Méxicano de Ateismo)
 

Un asunto que me preocupa sobremanera y que pretendo dejar planteado el día de hoy es el estado de la Libertad de Conciencia de los menores de edad en el país.  

Actualmente se escucha sobre el “laicismo positivo” que al hacerse presente en las modificaciones al Art. 24 constitucional permite a las personas expresar sus creencias en espacios diferentes de los  meramente personales y privados, esto lo toman los religiosos como un avance para su libertad de conciencia; sin embargo los menores de edad parecen estar regidos por leyes diferentes ya que se les considera sujetos a los criterios  educativos de sus padres y por tanto son vulnerables a que sus derechos sean violentados de diversas maneras. 

Una de ellas es la imposición de un credo religioso desde la más tierna infancia por ejemplo, cuando de manos de un cura católico se les introduce a esta religión sin preguntarles su parecer, y de esta manera pasan a formar parte de las estadísticas de esta Iglesia.  
 
Pero estas prácticas no son privativas de los católicos, ya que las iglesias protestantes tienen sus propios rituales en que los  menores de edad también pasan a formar parte de su rebaño sin tener la edad suficiente para poder decidir por sí mismos si es lo que desean hacer.

Otra polémica cuestión sobre este derecho humano en los  menores de edad se refiere a la educación sexual: para nadie es una sorpresa los niveles tan elevados de embarazos adolescentes que existen en el país. Según la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) somos el  primer lugar en esta problemática: 

“Cada minuto una adolescente mexicana se convierte en madre, lo cual significa que al año prácticamente hay en el país medio millón de embarazos en jóvenes menores de 19 años, incluso de niñas de sólo 10 años.” 1

Cifras como esas llevarían a cualquier gobierno a tomar medidas extremas sobre la información y apoyo que los jóvenes y señoritas están necesitando para evitar embarazarse al tener relaciones sexuales tempranas, pero la poca ayuda que reciben está condicionada por la intervención de sus padres y madres ya que todo adolescente que requiera servicios de planificación familiar debe acudir a las clínicas con sus padres, la situación se vuelve más compleja cuando la adolescente requiere de hacerse una interrupción legal  de su embarazo y también para este procedimiento necesita la autorización de sus progenitores.

Estos ejemplos bastan para comprender que los derechos reproductivos y sexuales de los menores de edad no son tales.  Se puede afirmar  en cambio que los jóvenes del país tienen derecho a la salud sexual pero no a decidir por sí mismos si desean tener un hijo o no, diferencia que engrosa las filas de las madres solteras adolescentes del país:

“Las y los adolescentes en México son ignorados y tratados como personas imposibilitadas para el autocuidado. Se les niega el acceso a anticoncepción y a educación sexual “

Organizaciones Redim, Andar y Red Balance 2   
 
A estas alturas de mi disertación, espero que quede claro cuál es el estado de vulnerabilidad de la libertad de conciencia de los menores de edad en nuestro país.  Lo cual me lleva a citar  el trabajo de la española Ana María Valero, Doctora en Derecho Constitucional quien señala dos premisas importantes cuando se habla del derecho a la libertad de conciencia del menor de edad:

1)    “El menor de edad es un titular “pleno” y un ejerciente “progresivo” –en función de su grado de madurez y, por ende, de su capacidad natural- de todos derechos fundamentales. 

2)    El menor de edad es un sujeto cuya personalidad se halla en proceso de formación, por lo que la efectiva garantía de su derecho de libertad de conciencia reclama una protección jurídica reforzada del proceso de gestación y maduración de su conciencia.” 

Los trabajos de la Dra. Valero también se refieren a los límites de la patria potestad  la cual señala, se ha ido transformando desde los tiempos en que exigía obediencia absoluta a una que reclama a los padres la crianza de hijos e hijas pensantes, autónomos y capaces de resolver sus propios problemas.

Yo me pregunto bajo este contexto: 

¿Debería un menor esperar a cumplir la mayoría de edad para expresar su desacuerdo con la crianza que está recibiendo, Sobre todo si esta se aleja de sus ideales de conciencia? 

En el mundo  de los libre pensadores sabemos que nuestra forma de ser crítica y confrontativa inicia desde muy temprana edad, somos los que cuestionamos al cura en el catecismo, los que hacemos bromas sobre las ceremonias religiosas, los que nos negamos a ir a las reuniones los domingos y sabemos que no hacemos felices a papá y mamá con esto ¿Tienen derecho nuestros padres de obligarnos a hacerlo?

En mi experiencia personal sé que salirse de una religión muy cerrada es  una de las obras más difíciles que pueden llevarse a cabo en la vida, ya que todos a tu alrededor  te dirán que lo correcto es permanecer, que no hay nada de malo con esas buenas gentes que solo buscan tu bienestar; pero cuando la incomodidad es mucha no hay poder humano ni divino que te haga quedarte en donde no  deseas estar ¿Cuántos de mis derechos se violentaron  al ser perseguida y amenazada  para no salirme de ese credo? ¿A alguien le importa?
Actualmente podemos leer en la “Ley para la protección de los derechos de niñas, niños y adolescentes” lo siguiente:

Artículo 36. Niñas, niños y adolescentes gozarán de libertad de Pensamiento y conciencia.

Artículo 41. El derecho a expresar opinión implica que se les tome su parecer respecto de:

A. Los asuntos que los afecten y el contenido de las resoluciones que les conciernen.

B. Que se escuchen y tomen en cuenta sus opiniones y propuestas respecto a los asuntos de su familia o comunidad.”

Dado lo anterior mis padres tendrían que haberme consultado y respetado mi derecho a disentir de lo que ellos creían eran lo mejor para mí. 

Pero lo anterior no ocurre en la práctica, porque los mexicanos estamos acostumbrados a crecer en ambientes familiares poco democráticos que rara vez solicitan nuestra opinión, y así, las leyes que protegen la Libertad de Conciencia de la infancia, acaban siendo letra muerta.

Algo similar ocurre cuando se habla sobre los  Derechos sexuales y reproductivos los cuales nos permiten:


  • Tomar decisiones sobre nuestra salud, cuerpo, vida sexual e identidad sin temor a sufrir coacción o discriminación.
  • Pedir y recibir información sobre la sexualidad y la reproducción y acceso a servicios de salud relacionados con ellas y a métodos anticonceptivos.
  • Decidir si tener hijos, cuándo y cuántos.
  • Elegir a nuestra pareja íntima y si casarnos y cuándo.
  • Decidir qué tipo de familia formar.
  • Vivir sin sufrir discriminación, coacción ni violencia, incluida violación y otras formas de violencia sexual, mutilación genital femenina, embarazo forzado, aborto forzado, esterilización forzada y matrimonio forzado. 
Sin embargo conozco casos en los que todavía se sigue imponiendo un marido a las hijas y una edad para casarse, se les obliga a embarazarse y a tener a hijos no deseados bajo el pretexto de que el pastor religioso así lo ha sugerido y la familia acepta este tipo de “guías espirituales” como si fueran los tutores reales de sus hijos e hijas. La ignorancia es mucha y el sufrimiento que causa es mucho mayor.

Ante todo esto la polémica legal continúa, mientras grupos conservadores se resisten a aceptar la realidad. Lo siguiente lo dijo la panista Pérez Camarena en tribuna:

"Se podría generar un impacto negativo en los derechos humanos de las niñas y niños, a partir de la utilización de conceptos que carecen de consensos mínimos. Este aspecto es claro cuando se pretende determinar si los menores de edad tienen derechos sexuales o reproductivos o, más bien, si en esta etapa tienen derecho a la salud sexual y reproductiva conforme a su edad, desarrollo evolutivo, cognoscitivo y madurez" 3

El mundo se moderniza más rápidamente que nuestras conciencias y nos cuesta ser flexibles para resolver la problemáticas actuales de la juventud. 

Mi deseo es verles sonreír.  El problema queda  planteado.

Referencias:
Libertad de conciencia en los menores de edad. Ana Maria Valero.
Ley para la protección de la los derechos de las niñas, niños y adolescentes:
1. México encabeza el primer lugar en embarazos no deseados.
Citas 2 y 3
¿Qué son los derechos sexuales y reproductivos?